jueves, 17 de noviembre de 2016

De cómo es Friedrich (más o menos)


Tal y como está el panorama lúdico en la red, hacer reseñas de juegos tipo 7 Wonder Duel no le he visto mucho sentido y por eso llevo un tiempo sin aparecer mucho por aquí. Sobresaturación de reseñas de novedades que, ojo, no quiere decir que no me guste, pero poco más podría aportar yo con los trabajos tan buenos que se ven en blogs y vídeo tutoriales que hay.
Por ese motivo, hoy voy a hablar de uno de esos juegos que no está en todos los canales lúdicos, por si a alguien le puede interesar este juego, lo cual será de lo más normal que ocurra.
Hoy voy a dar un vistazo a Friedrich (Federico si hablas en la lengua de Cervantes) y es fruto de una única partida que he jugado de momento, por lo que no es ni una reseña, ni un tutorial... sólo unos comentarios de entrada al que quiera seguir investigándolo.



Friedrich nos traslada a la guerra de los 7 años, sucedida entre los años 1756 y 1763 y que básicamente se origina por la necesidad de Austria por recuperar el territorio de Silesia, que poco tiempo atrás les había sido arrebatado por Prusia.
En ese contexto, Austria busca el apoyo de Francia, Rusia, Suecia y Sajonia para declarar la guerra al Reino de Prusia, pero adelantándose a la jugada, el rey prusiano Federico II el Grande, sin previo aviso y viéndose en medio de todo lo que se le venía encima, pensó que la mejor defensa es un buen ataque y, sin mediar más, invadió Sajonia... ¡A tomar por saco! La guerra estaba en marcha.
Así pues, el juego es un wargame pero con mecánicas bastante euro, y en el cual los jugadores encarnan a Prusia uno de ellos, y Francia otro, la alianza austríaco-sajona otro, y por último rusos y suecos, otro.
Reconozco que estos pasajes de la historia son bastantes desconocidos para mí, y jugar a este juego me ha hecho recorrer el periodo e interesarme por él.
Las mecánicas son simples. Cada jugador dispone de una serie de fichas que simbolizan sus ejércitos, anotan en un papel cuantas unidades tiene cada uno de ellos, y se dispone también de trenes de suministros (todos diferentes entre sí, por lo que no tiene nada que ver jugar con una nación que con otra).
Cada nación tiene unas posiciones de salida en el set up, y cada uno tiene un objetivo diferente, que básicamente es conquistar una serie de territorios que se muestran con una banderita de cada color vinculada al ejército. Además de eso, como realmente ocurrió en la contienda original, el prusiano se verá en fuego cruzado y tratará de aguantar antes de que alguien invada dichos territorios. Objetivo más lógico que el ir a por sus banderas por la dificultad que ello conlleva.
Como veis, es un todos contra el prusiano, pero a ver quién lo hace primero. Esto implica que el jugador que encarne a Federico II debe ser un jugador experimentado, ya que sin duda es el papel más difícil de jugar.
Tanto rusos como austríacos empiezan la partida manejando dos ejércitos al mismo tiempo, suecos y sajones respectivamente. Pero aún siendo aliados, deben hacer sus acciones de manera independiente, como si se tratasen de un jugador más (con recursos mucho menores).


Una ronda de juego transcurre de la siguiente manera.

  • Se roba una carta de evento que condiciona toda la ronda.
  • El prusiano hace su fase de acción que consiste en:
    • Robar las cartas que le corresponda a su ejército (por configuración inicial y por los eventos desarrollados hasta la fecha).
    • Mover ejércitos y trenes de suministro.
    • Entablar combates si se da el caso.
  • A continuación pasa el turno a Hannover (en manos del prusiano de momento) que hace las mismas acciones.
  • Luego ruso, sueco, austriaco, sajón y francés, en ese orden. Terminando la ronda y volviendo a salir evento nuevo.
Las acciones son muy simples también.
  • Mover ejercito, que mueven hasta 3 casillas (ver el mapa) o 4 si hace su movimiento íntegramente por carretera (líneas gruesas).
  • Mover tren de suministro. Igual que el anterior pero 2 o 3 casillas.
  • Los ejércitos siempre quedarán a un máximo de 6 casillas de un tren de suministro. De lo contrario corren el riesgo de quedar desabastecidos y morir en el intento.
  • Si algún ejercito en su marcha pasa por encima de cualquier cuidad que contenga una banderita objetivo, se coloca una ficha de control sobre ella. Esta ficha puede ser retirada, si el prusiano pasa por encima de dicha casilla y no hay ningún ejercito a menos de 3 casillas, que es la distancia para protegerlas.
  • Reclutar tropas mediante el descarte de cartas.
Las cartas son 4 mazos, con cartas numeradas y con los palos de la baraja de póquer. Nos sirven para recular, descartando un valor de 6 cartas por cada tropa o tren, y para la guerra.
Cuando dos ejércitos de bandos diferentes quedan contiguos en sendas casillas, se desata una batalla.
En ese momento, cada jugador declara de cuantas tropas se compone el ejercito asociado a dicha ficha (el cual lo tiene anotado en un papel) y esa será la fuerza inicial de combate.
El tablero está dividido en sectores asociados a los 4 palos de la baraja. Cada jugador juega cartas del palo asociado a la casilla donde se encuentre su tropa. Se van alternando las cartas hasta que un jugador decide perder, bien porque no tenga más cartas de ese palo, bien porque le interese una derrota a tiempo (muchas más veces de las que uno se imagina).
El resultado es que el jugador que haya perdido resta un total de tropas igual a la diferencia por la que perdió, y el ganador hace retroceder al perdedor ese mismo numero de casillas.


Y mecánicamente no hay más, pero la gracia de este juego no es la mecánica en sí, que también, sino el tema, más que bien implementado.
Durante la partida que jugamos nosotros, a mi me tocó llevar a rusos y suecos. Mi estrategia se basó en sacrificar los escasos recursos suecos en pos del beneficio ruso, poniendo de cebo a los escandinavos para que el prusiano picase y avanzar mientras tanto con los rusos. 
Empezando el juego tuve la suerte de que el prusiano picó en uno de mis cebos y en ese momento tenía cartas que me permitieron ganar una batalla y hacer retroceder a los centro-europeos, conquistando varios territorios que necesitaba con rapidez. Pero el prusiano se repuso excelentemente y fue apagando fuegos continuamente por todos los lados del mapa. 
Uno de los eventos, tal y como pasó en la realidad, hace que los franceses, preocupados por las colonias en América, se retiren de la contienda, por lo que todo el frente occidental que estaba siendo disputado a Hannover liberó bastante tensión al prusiano que pudo rearmar tropas. Hasta aquí todo iba bien, pero esa prematura retirada de la guerra de los ejércitos franceses hizo una contienda mucho más enconada, donde se sucedían las guerras que se resolvían con pocas bajas para que el prusiano siguiese aguantando. El hecho de que Francia se retire del juego hace que este jugador herede las tropas sajonas del que las controlaba hasta ese momento, el austriaco, que debe de preocuparse de no reforzar mucho ese ejercito para no darle en bandeja la victoria a su nuevo dueño.
Así la partida se convirtió en una lucha contra el crono, donde se iban sucediendo los eventos y acercando el final del mazo, que daría la victoria al prusiano.
En un momento dado, muere la zarina rusa, y su hijo, que idolatraba al monarca Federico II se retira de la guerra pidiendo incluso la medalla al honor prusiano. Tal pantomima me dejaba al frente de un ejército sueco que había sido usado como carne de cañón, con excasísimos recursos, y muchos territorios por conquistar ante el gigante prusiano.
Aún así, tanto rusos antes de su retirada, como suecos, no rehuyeron nunca una buena batalla, que iba mermando poco a poco al prusiano, pero llegado el momento, con sajones y suecos correteando por el tablero intentando repartirse las migajas (y progresando en sus objetivos, con paso firme aunque con mucha dificultad), dejaba la contienda en manos de austríacos contra prusianos. Ahí es donde se iba a librar la guerra definitiva, y nosotros sólo podíamos esperar que Federico se despistase para hacernos con el control de alguna villa poco vigilada.
Así pues, el austriaco supo esperar su momento y plantó cara al prusiano a 6 rondas del final del juego, después de una lección de estrategia por todo el mapa, terminando con otra lección de saber esperar al momento oportuno para dar la estocada.

Rusos retirados del juego cuando estaban a 4 objetivos, y muy viables, de hacerse con sus territorios.

Como conclusión, tras 4 horas y media de partida, puedo decir que Friedrich es un juego de esos que te dejan con ganas de comentar las batallas tras las partidas, incluso te animan a escribir de nuevo en el blog, porque consigue transmitir la tensión de la contienda con mucha intensidad.
Hay que tener en cuenta que el juego es totalmente asimétrico, siendo el papel del prusiano el más difícil, porque tiene que contener a todos los aliados. Nosotros tuvimos la suerte de que el jugador que desempeñó dicho papel lo hizo de forma magistral.
Prusia es el jugador que más cartas roba a principio de su turno, para poder defenderse. Es uno de los que más fichas de ejércitos tiene, y más unidades, por lo que tiene que mover mucha información al mismo tiempo, teniendo que estar en todos los frentes del mapa. Esto conlleva la mayor pega de este juego: el entreturno. 
Austria es el segundo papel en nivel de complejidad. Debe manejar a sajones a su beneficio pero sin llegar nunca a darle mucha fuerza porque sabe que tarde o temprano Francia se retirará de la contienda. Además son los segundos más numerosos en tropas, aunque su objetivo es mayor que el resto también.
El tándem ruso-sueco y los franceses son algo más asequibles de mover, por eso lo encarnamos los dos novatos en la partida, y aunque plantamos cara, estaba claro que Federico estuvo pendiente sobre todo de los austríacos, y como demuestra el resultado de la partida, con razón.
Si disfrutas con la historia, o con juegos cuyo tema prevalezca sobre lo demás, no dejes de probar este Friedrich, porque seguro que aunque la partida dure 3, 4 o 5 horas, las batallas resonarán en tu cabeza durante días...




4 comentarios:

  1. Es un juegazo con muchísima estrategia detrás. te invito a navegar por mi web para ver los videos de estrategias básicas a seguir con las diferentes facciones. Igualmente podrás ver videos de una entrevista realizada al diseñador (Richard Sivel) que nos enseña los prototipos hasta alcanzar a diseñar el tablero definitivo.Un saludo


    http://www.wargamereviewer.es/indice-videos/friedrich/

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    1. Para un jugador eminentemente eurogamer como yo, ha sido toda una experiencia. La verdad es que detrás del juego hay todo un mundo. ¿Tú eres de los que han jugado el campeonato que se hizo en España y sueña con ir a jugar en Berlín en uno de sus palacios de época?

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  2. http://ethelbertblog.blogspot.com.es/search/label/Friedrich

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    1. Épica final, y leyendo la crónica, da mucha más sensación de profundidad de la que se ve en una primera partida, aunque esta haya sido de más de cuatro horas.

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