miércoles, 29 de julio de 2015

De cómo romperte el coco con el cubo de Rubik compensa



Competencias que desarrolla
o Visión espacial.
o Pensamiento abstracto.

"El cubo de Rubik es imposible de hacer" dijeron... nada más lejos de la realidad.
La realización del cubo de Rubik es relativamente sencilla. Hacerlo en tiempos récord es lo complicado.
Y lo cierto es que tiene múltiples beneficios tal y como paso a reseñar.

Para ello voy a contar la anécdota de cómo me crucé con el cubo de Rubik:
Hice mis prácticas del máster de profesorado en un buen colegio con secundaria, donde me acogieron más que bien. 
En este colegio estaba la moda del cubo de Rubik, y muchos alumnos tenían uno y lo hacían con unos tiempos dignos de muchos campeonatos. Otros en cambio pasaban del tema.
En algún recreo o actividad extra escolar, me acerqué a un alumno que me comentó que Rubik fue un arquitecto hungaro que lo usaba en algunas clases de geometría (yo también he aprendido mucho con ellos) y me explicó cómo se montaba el cubo. Me pareció un rompecabezas en toda la extensión de la palabra al principio, pero me picó la curiosidad. 
Cuando terminé mis prácticas, el último día, mis alumnos de 4º de Secundaria me regalaron un cubo, un detalle que nunca olvidaré. Tengo el cubo puesto en un lugar bien visible en mi casa, y se me hincha el pecho cuando alguien entra y me pregunta que para qué tengo eso ahí.
Al día siguiente busque en Internet vídeotutoriales de cómo hacer el cubo, y varias horas más tarde ya lo hacía en menos de 4 minutos (un tiempo bastante modesto).
El cubo se resuelve paso a paso, por coronas. Cada pieza del cubo (ya sea arista o vértice) tiene una única posición en él, por lo que todos los movimientos que hacemos condicionan al resto de partes.



Los primeros pasos hasta confeccionar la primera corona son de bastante visión espacial, el resto son una serie de movimientos aprendidos que se pueden mejorar en los tiempos desarrollando el pensamiento abstracto.
Cuando realicé mis prácticas, note que en mis clases de 2º, 3º y 4º tenía alumnos que les costaba seguir el ritmo de muchas asignaturas, con algunas evaluaciones suspensas a sus espaldas y poca motivación por atender en clase. Sin embargo hacían unos tiempazos con el cubo de Rubik.
Noté que estos alumnos no tenían ningún problema es seguir mis clases sobre proyección ortogonal de objetos en sistema diédrico (una movida del dibujo técnico que suele dar bastante dolores de cabeza a alumnos incluso a nivel universitario), e incluso en ocasiones los veía explicándole el tema a compañeros con mejores calificaciones.
No he hecho un trabajo de investigación de este punto, y mi muestreo es bastante contenido y limitado, pero por mi experiencia me atrevería a decir que el jugar con el cubo de Rubik favorece las competencias de visión espacial y la capacidad de abstracción, aunque nunca sabré si es antes el huevo o la gallina, y los alumnos ya venían así de serie.
Os dejo aquí el vídeo que usé yo para aprender, pero hay miles.





Por todo esto lo voy a valorar como un buen jueguete para usar en los tiempos muertos de los alumnos, ya que desarrollan las competencias en dibujo, aunque tiene una gran pega, demasiado abstracto, aunque muy adictivo. Así pues, voy a puntuarlo con 4 sobre 4 (estando el último punto reservado a juegos con especial interés para las competencias básicas relacionadas con el dibujo).






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